Aquí estoy de nuevo y vengo con fuerza.

 Aquí estoy de nuevo y vengo con fuerza.

A veces por circunstancias de la vida, nos dejamos un poco a nosotras mismas y nos dedicamos a solucionar la vida de otras personas. Lo hacemos porque asumimos esa responsabilidad o nos viene impuesta, por obligación, por amor, porque no hay más remedio.

Nos liberamos un poco, cuando buscamos la mejor solución.

Es un respiro. Volvemos a la vida sin darnos cuenta. Cuesta empezar la normalidad.

En ese tiempo que nos hemos abandonado, la salud nos ha gastado una mala pasada. Hemos empezado con dolores continuos de cabeza, de huesos...Han sido mil problemas reales agrabados por la fuerte carga emocional.

Csasi siempre los problemas compartidos son menos graves, más llevaderos.

Me he dado cuenta que la vida no es justa y hay que asumirlo.

No se puede pretender que las personas nos entiendan o cambien de opinión. y si alguna de ellas , aunque esté equivocada y tenga una idea profunda, sea equivocada o no; lo que no se puede pretender es hacerlo comprender. 

Hablar siempre es bueno, pero no siempre soluciona las cosas.

Por eso si alguien quiere distancia, se la tenemos que dar y punto. Seguir con nuestra vida.

Pero no me quería ir por las ramas.

Ahora me encuentro algo liberada de una carga profunda que tenía y emocionalmente tengo que tomar vitaminas de vida y vivir.

Aprovechemos el buen tiempo que está aquí ya y hagamos actividades que nos gusten, deporte, leer, pasear, bañarnos, tomar el sol, un buen rato de amigas, coger de la mano a nuestro amor y trasportarte al más allá y vivamos el momento con ansía, con pasión, con ganas y mucho amor.